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¿Por qué debería contratar un seguro de obras de arte?

¿Aún te preguntas por qué deberías contratar un seguro de obras de arte? Resulta bastante obvio que en nuestro día a día es imprescindible proteger nuestra salud, nuestro hogar y nuestro coche, entre muchos otros. Para todos estos ámbitos acostumbramos a contratar un seguro privado o a disfrutar de la protección de la sanidad pública. En cualquier caso, a contar con la seguridad de que en caso de accidente estaremos protegidos. Por este mismo motivo, porque cuidamos y queremos garantizar la seguridad de aquello que amamos y valoramos, todos aquellos que poseemos obras de arte deberíamos contratar un seguro.

Aunque parezca increíble, la destrucción o deterioro de obras de arte por accidente no es algo tan improbable. Y si no, recuerda algunos famosos casos como el Ecce Homo de Borja, gravemente dañado en un intento por restaurarlo, o la estatua del arcángel de San Miguel, que cayó al suelo cuando una turista trataba de hacerse un selfie con ella en el Museo de Arte Antiguo de Lisboa. O por sucesos aún más imprevisibles como un incendio, igual que el que sufrieron los Nenúfares de Monet en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Es más, ¿Sabías que se está poniendo de moda el alquiler de obras de arte? No nos imaginamos un mejor momento para asegurar tus piezas.

Pero, sobre todo, si tienes las piezas en casa, ten muy presente que cualquier movimiento un poco brusco, una limpieza o un niño corriendo podría provocar un desastre, y tener un seguro será la mejor opción para mantener la calma.

Por tanto, un buen seguro de obras de arte podrá ahorrarte más de un disgusto y su consecuente pérdida de dinero. Una vez lo hayas contratado, será la aseguradora la que se haya cargo de la reparación, gastos y otros trámites, incluyendo los judiciales.

¿Cómo debo proteger una obra de arte?

Tanto si tienes cuadros, estatuas y otras piezas en casa, en un club social o en una galería, te recomendamos asegurar tus obras de arte. Para proteger estos bienes en primer lugar debemos tener claro cuál es el funcionamiento de las aseguradoras.

 
No importa si tu obra está en casa, en un espacio privado, o expuesta en un museo. En ambos casos podrás contratar un seguro de obras de arte, aunque deberás tener en cuenta que las condiciones serán diferentes. Dentro de estas piezas se incluyen, por norma general, cuadros, esculturas, grabados, muebles antiguos o tapices.

Una vez hayas contactado con la aseguradora, esta procederá a estudiar la obra y valorarla, lo que se conoce como tasación. Su estado, antigüedad, técnica y autoría, entre otras, determinarán su valor y precio de mercado y esto permitirá fijar el precio de la póliza. Asimismo, para proteger tu obra de arte deberás poder demostrar su autenticidad por medio de un certificado oficial.

Por otro lado, la compañía de seguros consultará en qué lugar va a exponerse o guardarse esta obra, para poder valorar de este modo cuáles serán los riesgos a los que va a estar expuesta. Para esta valoración se tendrán en cuenta aspectos como las condiciones climáticas, ubicación, seguridad, alarmas o extintores que pueda haber en la sala.

Finalmente, si la obra va a estar expuesta a traslados, la aseguradora querrá saber de cuánta distancia serán los desplazamientos, en qué medio de transporte se van a llevar a cabo, en qué condiciones y quién será responsable.

¿Qué incluyen los seguros para obras de arte?

Un seguro para obras de arte contempla diferentes condiciones dependiendo de cuál sea la póliza que se acuerde. Por tanto, existen distintas coberturas que deben elegirse a la hora de firmar el seguro. A continuación puedes ver qué incluyen:
Traslados: durante el transporte las piezas de arte pueden verse expuestas a muchas amenazas y peligros como el de rotura, pérdida o suciedad. Al cubrir el traslado está protegida desde el momento de entrega hasta el de recogida.
  • Meteorología: situaciones meteorológicas adversas pueden suponer que una obra se resquebraje, derrita o el lienzo de un cuadro se ondule debido a humedades o inundaciones.
  • Accidente: en caso de siniestro la obra estaría protegida y la aseguradora cubriría la reparación o indemnización.
  • Robo: cuando una obra es robada, la aseguradora se encarga de la operación de recompra, juicios o indemnizaciones.
  • Terrorismo: en caso de que la obra se viese perjudicada por un ataque terrorista, el seguro se encargaría de cubrir los daños.
Ahora bien, si la obra se ve afectada por alguno de los casos anteriores y sufre daños debido a descuido por parte del propietario, la aseguradora estará exenta de responsabilidades. Un ejemplo de esto podría ser que suceda un robo porque se ha descuidado cerrar las puertas, se ha utilizado un mal embalaje o se ha hecho un uso inadecuado de las obras.
Todas estas condiciones deben consultarse con la aseguradora.

¿Cuánto cuesta asegurar una obra de arte?

Asegurar obras de arte tiene un precio y este debe acordarse con la compañía de seguros. Como mencionábamos antes, este precio variará dependiendo de las características de la pieza. Algunas de las cuestiones que pueden determinar el precio son el tamaño, la antigüedad o el estado de la obra. Asimismo, dependiendo del número de obras que se aseguren, la compañía podrá acordar un precio u otro.

Ten muy presente que más vale prevenir que curar. Por eso, en ARS te ofrecemos nuestros mejores seguros de arte, para que no temas por tus piezas más queridas y así poder evitar algún susto en el futuro.


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